

Hoy, a modo de ruptura con mi última entrada un poco incendiaria y descarnada, he querido traeros una pieza musical creada por uno de los compositores más influyentes en la música del siglo XX que no es otro que nuestro amigo Stravinsky.
Este compositor ruso, convencido por el coreógrafo Sergei Diaghilev, reescribe esta música del siglo XVIII (atribuída a Pergolesi) para un ballet en el que Picasso contribuiría con el diseño de vestuario y escenarios.
Aquí recojo la versión en Suite, que deriva del propio ballet pero sin partes cantadas.
Disfrutadla porque es preciosa. Por cierto, es posible que reconozcais alguna parte de la obra pues sale actualmente en un anuncio de televisión de un coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario